Ya está. No falta casi nada. Todos los libros (que me voy a llevar) están empaquetados. Las bibliotecas, inquietantemente vacías. La estantería (que no me iba a llevar) se rompió luego de soportar durante tantos años el peso de tantos libros (convengamos que nunca fue esa su misión y que la desempeñó de puro buena que era). La ropa también está empaquetada. Y las cosas de cocina que fui rescatando de aquí y allá. Y hay cajas, cajitas, cajotas y cajoncitos con más y más porquerías (todas mías) dentro. Eso que yo tan primorosamente llamaba "el estudio" ha sido desmantelado, y mi ser acumulativo y expansivo ahora tendrá que adaptarse a las reducidas dimensiones de un monoambiente platense... Mi (actual) habitación subyace en un estado parecido. Como dije, ya está.
Cuando comience la próxima semana, todo habrá cambiado: nuevo hábitat, nuevos paisajes, nuevas rutinas, nuevos olores, nuevos colores, incluso sabores, nuevos horarios, nuevos días que vendrán a renovar una rutina que ya entumecía demasiado a mi siempre inquieta animula vagula blandula... Cuando comience la próxima semana, otra será la realidad, otra la música (aunque la canción siga siendo la misma), otro el aire, otro el ritmo y el candor. Otros serán, qué duda puede caber, los poemas. Otros, al fin.
Y como no tendré Internet en mi nueva casa, las apariciones en este y en los demás blogs estarán supeditadas a los momentos propicios para ello en el trabajo (shhhh) o bien a las esporádicas visitas a algún ciber lugareño o a la buena de Dios, quién sabe. Presiento que estaré ocupada con muchas otras cosas... pero intentaré mantener cierto ritmo. Como tendré mucho tiempo libre para leer (y reseñar lo leído...), es mi intención volver a los posteos semanales (o, por lo menos, quincenales) en Fauna Abisal, entre otras tantas intenciones. También quiero (debo) volver a cocinar, a hacer las compras, a llevar la ropa al lavadero, a limpiar la casa, etc. etc. También quiero salir a pasear, ir a todos esos lugares de La Plata que, por una u otra causa no visité antes: la catedral, el museo, el Teatro Argentino, La Salamanca, etc. También quiero recibir en mi nuevo hogar a mis amigos y compañeros de trabajo, dictar mis propios talleres de poesía, conocer otras voces, otros ámbitos, salir de este "aplatane" y empezar una auténtica vita nuova...
Por todo lo anterior, no se extrañen si en los próximos meses las curvas se repliegan un poco: estarán muy ocupadas, como podrán ver.
1 comentario:
Como se extrañan tus posts!!! Y como se te extraña a vos :) Últimamente parece que no hay tiempo para nada, pero ya nos haremos un rato para un pequeño aquelarre :D
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