22 de octubre de 2008

¿Se acuerdan del insecto palo? (y unas imágenes curvas más)

Como habrán visto no he podido retomar aún los posteos diarios como era mi intención, pero de cualquier modo aquí estoy. Y ya estoy escuchando a mi querido amigo D. diciéndome que me deje de joder y, sobre todo, que me deje de pedir disculpas y haga lo que se me venga la real gana de hacer. Probablemente tenga razón, en eso y en muchas otras cosas, pero he de confesar que no puedo evitar esta cosa 'culposa', y no tanto por sentir que decepciono a los seguidores o a los potenciales lectores de este blog, sino que me decepciono a mí misma, en tanto no logro mantener la frecuencia que me propuse para este rinconcito. ¡Y no por falta de material! Material tengo a patadas y en unos momentos pasaré a una demostración práctica de ello, y por si eso fuera poco, tengo propuestas de otros seguidores, en este caso de eleté, para hacer una suerte de debate o justa verbal entre este blog y mi querida fauna abisal. ¿Son, en efecto, como Jekyll y Hyde, curvas y fauna? Si así fuera no sé cuál es, todavía, la pócima que me permite transformarme en la entusiasta, apasionada y fervorosa militante de la literatura (sobre todo, de la del siglo XIX) que asoma sus galas y fastos orgullosa en fauna y que aquí ni pisa el umbral.
Y esta palabra, tan bella, me lleva automáticamente hacia dos extremos de un mismo mundo blogger: en una punta, mi primer blog oficial, el viejo rumiante, que hace algunos días borré del ciberespacio (y por eso no pongo el link) y que fuera fundado el mismo día que falleció uno de mis escritores de cabecera, Francisco Umbral (y con esto vuelvo a fauna, puesto que el primer libro reseñado fue uno de Umbral). ¿Las razones por las cuales lo borré? Muchas, pero lo que me decidió fue la inactividad de que el pobre era objeto y una serie de mensajes provenientes de México (al menos eso me pareció por los modismos) que reclamaban algo que jamás pude comprender qué era. Y aunque le respondí "personalmente" (es decir, por mail) a uno de los chilangos en cuestión, jamás me respondió y finalmente tomé la decisión cuando vi otro mensaje de ese tenor. Para qué mantener un blog que no había nacido bajo los mejores auspicios (y no lo digo por lo de Umbral, sino por otras cuestiones) y en el que de todos modos ya no iba a volver a escribir probablemente jamás...
En la otra punta está un blog que no he hecho público aún y que no sé cuándo lo haré, pero cuya idea es perorar y prosar y poemar acerca de las palabras y nada más. Dejarse llevar por su musicalidad, por lo que evocan o traen a las mientes antes que por su significado de diccionario. O reparar en su significado etimológico para darles nuevos matices... Y no cuento más, a ver si me roban la idea! (pero ¿hay algo que no se haya hecho ya? Hum...). Tampoco revelaré el nombre, pero ya se enterarán cuando decida largarlo a la cancha.
Bien, ahora no sé cómo llegué hasta aquí ni a qué iba... ¡ah, sí, ya recordé! ¿Se acuerdan del insecto palo? Aquí encontrarán al más largo hallado hasta el momento. Y ahora los dejo con algunas imágenes curvas que encontré en un sitio que frecuento mucho últimamente y que quizá haría mejor en frecuentar menos... No he conseguido la fuente original de estas imágenes. La página que frecuento con tanta malsana asiduidad es http://www.tagged.com/
Enjoy them!



2 comentarios:

Daniel Medina dijo...

Ya van tres entradas sobre el tema insectos y ningún comentario. Sólo para llevar la contraria, posiblemente, no voy a cuestionar absolutamente nada. En última instancia es pleno ejercicio de su absoluta libertad a cada quien publicar qué y cuándo le plazca en su propio blog. Más aun quejarse o auto criticarse a su guisa. De otra manera, estaría borrando con el codo mi propia prédica sobre el ejercicio de la libre actividad creativa.Este comentario tiene por objeto algo extraliterario, algo que no clasifica en ningún estante de academia alguna. Me refiero al terreno de lo sensible y los sentimientos.
Recuerdo haberle recordado a
A.P., algunas entradas varias atrás en el tiempo, la existencia de estos
enigmáticos fásmidos. Siempre me sorprende los temas sobre los cuales me da pelota y aquellos sobre los que, simplemente, parecieran no distraer en absoluto sus objetivos. Me place sin pudor cuando se da el primer caso.
En primer lugar agradezco la inclusión de mi humilde persona (o su expresión virtual que sería mi blog) dentro del suyo. No me considero un blogófilo como lo es A.P., pero no es necesario navegar mucho por la Web para darse cuenta que
pocos hay de la calidad de los que ella timonea.
Puede que algunos temas aparezcan como de menor interés en sus bitácoras, mas los invito a no abandonar apresuradamente la lectura; siempre nos va a ofrecer algo de sesudo análisis y profundo compromiso con el lector. Sólo está reservada esa sabiduría a quienes tienen muy claro que el tiempo del lector es valioso y que, si no está planteado como un pequeño mundo a descubrir y desentrañar (su propio mundo transliterado seguramente). Insistan, esta pequeña, inteligente e incansable trabajadora de la palabra nunca defrauda.
Por último (creo que ya aburro), aprovecho este espacio para agradecerle una de las declaraciones de amor más finas, bellas y frescas que me haya hecho una dama: "me hubiera gustado tener un padre como usted". Sin palabras.
Gracias.
D

Unknown dijo...

son de sam rohn

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