Estimados lectores curvos y desviados: enloquecí, como le dije anoche por el Messenger a mi rubia y surfer amiga (viste, te nombré!). Enloquecí porque no contenta con tener este blog, y el nuevo Rumiante en reemplazo del viejo y luego de haber borrado, por inoperante e inconducente, la Antojolía de Poesía (pero no desesperen, amantes de la poesía en blogs, que estoy preparando algo para reemplazarla que será mucho mejor!), decidí fundar otro blog en el que al fin pueda dar curso a mi vena/veta de reseñista/columnista/comentarista de libros y ser un poquito más feliz (cosa que no me va a venir nada mal en estos tiempos de inopia sentimental!).
El nuevo bebé se llama Fauna Abisal, nombre que le habíamos dado a una nunca estrenada sección de La Granda Milito y cuyo cometido era precisamente ese: dar noticia y difundir autores o libros poco conocidos, raros, distintos, o sencillamente esas joyas que pasan desapercibidas por millones de causas, la mayoría de ellas banales, sólo dos o tres realmente trágicas.
Así que están todos cordialmente invitados a visitarlo, dejar sus comentarios, sugerir, si así lo desean, libros y/o autores que les parezcan puedan pertenecer a la fauna abisal, aunque en principio mi idea es rescatar los tesoros que tengo más a mano, es decir, los que yacen en mi biblioteca (que no son pocos, diré con orgullo mal, muy maaal, disimulado).
Hete aquí, pues, un nuevo desvío del desvío pero el camino es siempre el mismo: seguir escribiendo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario