Días de tira y afloje, de luchas internas (de las externas ya no me preocupo), de decisiones que se postergan hasta que se evaporan en el aire (o hasta que ya no es posible postergarlas). Días de retroceso creativo, de ocio no productivo, de recuerdos que lastiman y empozoñan, donde lo nuevo aún no logra asomar, al igual que el sol hoy: sale, se esconde, vuelve a salir, las nubes lo tapan de nuevo... ¿Así será esta primorosa primavera? Ojalá que no, ojalá que fuera una enorme flor abriéndose sin miedo al infinito y más allá, una flor que no pudiera sino abrirse y abrirse, sin temor, sin dolor, sin espanto... Ojalá.
COLECCIONISTA DE MARIPOSAS
pisa
con la suela de viaje
y con la que se resiste
planta razones para no salir
alguien
la fija en el vaivén
en la precisión de su duda
alguien
la congela
en la imagen definitiva del colapso
y cree haberla encadenado
Claudia López
Inalámbricos y otros poemas
MARIPOSAS REPENTINAS
¿Cuántos minutos habrán sido?
Tres, cinco.
Miles de mariposas blancas han pasado
entre nosotros y el oscuro monte
que contemplábamos en silencio.
Llenaron el aire de polen,
hicieron más sutil el mundo
y alborotaron todos nuestros recuerdos.
Por un momento apagaron
el cercano susurro del mar.
Quizás puedas contarlas
o descubrir sus nidos
y medir sus horas.
Lo que no podrás explicar nunca
es que las hayamos visto.
Ignacio Navarro
El umbral
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