Vivo felizmente desinformada. Es decir: no leo los diarios (salvo los domingos el truchísimo horóscopos y los chismes que aparecen en el Popular, simplemente porque está sobre la mesa cuando me levanto), no compro revistas de actualidad (desde que salió hasta hace un par de semanas compraba la Ñ, pero ya me aburrió y decidi cerrar ese ciclo) y mis horarios de trabajo me impiden ver los noticieros de la tele, tanto los del mediodia como los de las siete-ocho de la noche; no me impiden ver, teóricamente, los de la medianoche pero yo misma me hago ese favor permaneciendo aquí sentada en la PC. A veces miro a la mañana canal 26, sólo para saber el pronóstico o minucias tales como si hay paro de trenes o algo por el estilo. En mi trabajo anterior estaba todo el día rodeada e invadida por las noticias: la tele y la radio estaban prendidas sin cesar y el único modo de evadirme de tanta "realidad" junta era calzarme los auriculares y poner música al mango mientras buscaba la décimoquinta forma de decir lo mismo que ya había dicho para Aries, Tauro, Géminis, Cáncer, Leo, Libra... etc.
Así y todo, ahora igual me entero de lo que pasa, pero no le doy la bolilla ni la atención que solía darle antes. Se me dirá que soy escapista, que prefiero hundir la nariz (y la mente toda) entre las páginas de un libro, vivir en una "fantasía" o en un "cuento de hadas", como alguien tuvo el tupé de decirme hace poco, suponiendo que la literatura no es más que eso (con lo que no hizo más que poner al descubierto uno de los grandes prejuicios que aún hoy día existen contra la literatura), o cualquier otra paparruchada por el estilo. Francamente, no me importa. Las noticias del mundo que yo busco son otras.
Así y todo, las alertas de Google, cada tanto me proporcionan algún dato sobre "lo que está pasando en este mismo instante". Y como es de público dominio, en estos momentos hay una debacle financiera mundial que quién sabe en qué terminará, si es que termina, o en qué se transformará o a dónde nos conducirá... Reitero: no me preocupa, pero esta nota me pareció interesante, en tanto no sólo presenta otra curva económica (los lectores y seguidores más antiguos de este blog recordarán la curva de Phillips) sino porque también habla de algo que parece ser el verdadero poder que domina al mundo (o al hombre): el pánico.
Y es extraño (o quizá no tanto), ya que 'pánico' proviene del dios griego Pan, protector de los rebaños y de la vida campestre, inventor de la siringa y pugnaz perseguidor de las ninfas del bosque, a quien, además de revestírselo con los atributos de los faunos y sátiros, se le atribuían los ruidos que retumban en valles y bosques sin que se sepa la causa de ellos... De allí que el terror que los persas sintieron en la batalla de Maratón fuera denominado 'terror pánico'. Y eran unos simples ruidos, muy probablemente producidos por otro dios, Eolo (el dios del viento). En fin: que si por algo tenían que tener miedo los persas no era por esos ruiditos sino por el ejército ateniense que se les venía encima...
Me pregunto entonces a qué le tendrán tanto miedo los Señores del Mundo.
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