ü “Lo que es más importante, jamás se permite que en la soledad la mujer sea ella misma (a pesar de que bien sabe cuán infelices son sus amigas casadas). Vive como si estuviese siempre al borde de una gran realización. Como si estuviese esperando que el Príncipe Encantado la arranque “de todo esto”. ¿Y qué es todo esto? ¿La soledad de vivir en el ámbito de su propia alma? ¿La certidumbre de ser ella misma y no la mitad de algo diferente?”
ü “Sólo quería recordarme lo que me había dicho muchas veces:
—Usted no es una secretaria, sino una poetisa. ¿Por qué cree que su vida debe ser simple? ¿Qué le hace pensar que puede evitar todos los conflictos? ¿por qué supone que puede evitar el dolor? ¿O la pasión? Bien puede decirse algo a favor de la pasión. ¿Jamás se tomará libertades para perdonarse luego?”
ü “En mi caso nada es real hasta que lo escribo —corrigiéndolo y embelleciéndolo a medida que lo desarrollo. Siempre estoy esperando que las cosas concluyan para llegar a casa y pasarlas al papel.”
Erica Jong, Miedo a volar.
ü “Si escribiera esta novela, el tema principal quedaría soterrado al comienzo, y sólo más tarde iría predominando. El tema de la esposa de Paul, de la tercera persona. Al principio, Ella nunca piensa en esa mujer, pero luego tiene que hacer un esfuerzo deliberado para apartarla de su mente. Esto ocurre cuando ella se da cuenta que su actitud es despreciable: se siente triunfadora, satisfecha de haberle quitado a Paul. Entonces se horroriza y avergüenza tanto, que rápidamente esconde sus sentimientos. No obstante, la sombra de la tercera persona vuelve a alzarse y le resulta imposible no pensar en ella. Reflexiona mucho sobre la mujer invisible a la que Paul siempre vuelve (y junto al la cual siempre acabará volviendo) y no tiene sensación de triunfo sino de envidia.”
ü “Y, mientras está allí, contemplándose a sí misma comprendió que aquella locura estaba relacionada con el extravío que le impidiera comprender que la aventura debía terminar, irremediablemente, en la ingenuidad que la había hecho tan feliz. Sí, aquella estúpida ingenuidad suya, y su fe, y su confianza, la condujeron, lógicamente, a permanecer de pie junto a la ventana, esperando a un hombre que ella sabía muy bien, no iba a regresar.”
ü “Me causa miedo el hecho de que, cuando escribo, parece que tengo un terrible sexto sentido o algo así, cierta intuición. En esos momentos, empieza a trabajar en mí un tipo de inteligencia que en la vida ordinaria sería demasiado dolorosa, pues me sería imposible vivir si la usara en la vida.”
Doris Lessing, El cuaderno dorado.
ü “Esto es una locura pasada de moda que ningún novelista moderno se atrevería a escribir, se decía. El enamoramiento no es político. Y tampoco es rentable. El enamoramiento no es una historia, es una retahíla de emociones descontroladas. Una traición a todo, incluso al feminismo. Algo que no le interesa a nadie. Le pasa a mucha gente, decía Natalia, te crees protagonista de una relación que, hoy en día, es habitual. Señora independiente que ama a señor casado, nada más.”
ü “Las sensaciones que tenemos después de haber amado, la mezcla de placer y dolor, el punto concentrado en algún lugar del cuerpo..., el agudo sentimiento de gozo y melancolía, explicar la oscura emoción, compenetración viva, insensata, pueril, felizmente inocente que nos envuelve bajo el misterio de la inconsciencia... “
Montserrat Roig, La hora violeta.
ü “... los amores son como los imperios: cuando desaparece la idea sobre la cual han sido construidos, perecen ellos también.”
ü “Todos necesitamos que alguien nos mire.”
Milan Kundera, La insoportable levedad del ser.
ü “¡Tú no podías atrapar por tí misma la presa, pero podías esperarla!”
August Strindberg, La más fuerte.
ü “¡Qué día gris, triste, funesto aquel en que el amante se da cuenta de pronto de que ya no está poseído, de que está curado por así decirlo, de su gran amor! (…) El sentimiento de alivio que engendra ese despertar puede a uno hacerle creer con toda sinceridad que ha recuperado su libertad. ¡Pero a qué precio! ¡Qué libertad tan pobre! ¿No es una calamidad volver a contemplar el mundo con la mirada cotidiana, con el discernimiento de todos los días? ¿No es doloroso encontrarse rodeado por seres conocidos y vulgares? ¿No es espantoso pensar que uno tiene que seguir adelante, como dicen, pero con piedras en las entrañas y guijarros en la boca? ¿Encontrar cenizas, nada más que cenizas, donde antes había soles resplandecientes, maravillas, magnificencias, una maravilla tras otra, una magnificencia tras otra y todo creado espontáneamente como por alguna fuente mágica? Si hay algo que merece ser llamado milagroso ¿no es el amor? ¿Qué otro poder, qué otra fuerza misteriosa existe que pueda investir a la vida de un esplendor tan innegable?”
Henry Miller, Nexus.
(*) "Bamboozled by love" es un tema de Frank Zappa, cuya traducción podría ser "embaucado por el amor".
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