Contra todo lo que puedan decir, sigo pensando que las alertas de Google son una fuente inagotable (o casi) de motivación para seguir con este blog (especialmente con éste, los otros encuentran su inspiración en otros manantiales). Hoy, por ejemplo, quiero invitarlos a un recorrido poético-entomológico. Hablaremos otra vez de bichos, sí. No de las hermosas mariposas, ni las luciérnagas ni las libélulas, sino de algunos integrantes de la fauna playística que pueden volverse peligrosos en el verano valenciano, según leo en esta nota.
Pero en lugar de transcribir la nota completa, prefiero citar sólo aquellos párrafos en que su autor, inadvertidamente, como suele suceder, incurrió en la poesía involuntaria, una de las formas más bellas de la poesía. Si leen el artículo completo verán que su redacción deja mucho que desear, que peca por exceso de información técnica, por no hablar de las terribles fallas de cohesión y coherencia. Pero todo eso importa poco cuando de pronto el oleaje calmo e insípido del texto (para seguir con su procedencia marítima) se ve asaltado por pequeños y deliciosos maremotos poéticos-entomológicos como éstos:
1 - Las avispas, son insectos himenópteros (término que significa que poseen alas membranosas), pueden mordernos con sus dos mandíbulas ó par de piezas bucales. Su oviscapto (aparato saliente al final del abdomen y que le sirve para inyectar huevos), está modificado a veces como aguijón, perforador, o cortante.
2 - Las Lycosas ó arañas lobo, presentan una coloración dorsal parduzco-ocrácea. Otras pequeñas tarántulas ibéricas, son de color negro y elevan su zona frontal de la cabeza y patas delanteras para intimidar.
3 - En el año 1993, en la playa del Puig, a un exhibicionista de escorpiones, se le evadieron algunos de estos arácnidos por la playa. Algunos eran hembras embarazadas. Los bañistas estaban preocupados por si las crías al nacer se diseminaban por la playa y podrían picarles.
4 - También se debe de tener cuidado con la escolopendra, que es el mayor ciempiés europeo provisto de 20 pares de patas. Dos patas en cada segmento. (...) La forma de su cuerpo es alargada y segmentada. En ambos lados de la cabeza posee una uña curvada denominada forcípula que contiene la glándula del veneno.
5 - Las medusas son animales bellísimos. Las hay de color morado, violeta. Son animales sencillos de vida libre con un cuerpo en forma de paraguas. Tienen una boca en el centro del lado cóncavo, y está provista de tentáculos. Pertenecen a los cnidarios, origen etimológico que viene del griego: knide, ortiga, + latín aria: (como o relacionado con), es un grupo con más de 9.000 especies. Toma su nombre de las células denominadas cnidocitos que contienen orgánulos urticantes denominados nematocistos.
6 - Las medusas no son buceadoras. Son nadadoras, y suelen ir por la superficie arrastradas por las corrientes. Es imprevisible saber cuántas va a ver este verano, porque son las corrientes marinas las que las traen a las playas.
Por supuesto, las negritas me corresponden. Y numeré los párrafos para poder comentarlos mejor, puesto que creo que son imperdibles:
1) Que las avispas puedan mordernos con sus mandíbulas es una posibilidad latente, claro que sí, aquí, en Valencia y en cualquier otra parte donde haya "stings". Ahora la aclaración "dos mandíbulas o par de piezas bucales" me parece un exceso delicioso del autor, puesto que ¿cuántas mandíbulas iba a tener la pobre avispa? Más aún: ¿cuántos elementos hacen un par? (ver párrafo 4). Por otro lado, me desayuno con la existencia del término "oviscapto", que me encantó: es decir, "el atrapahuevos" (también, atendiendo a su función, "el lanzahuevos") o falocráticamente, "el testiculario" (o, rige el paréntesis anterior, "el eyaculario"). Luego, esa gradación -supongo que ascendente- en forma de tricolon, casi tan efectiva como el famoso "sangre, sudor y lágrimas" de Churchill, compuesta por "aguijón, perforador o cortante" (!).
2) Las arañas son repugnantes de por sí. Ahora que existan "arañas lobo" es una novedad absoluta para mí y no entiendo cómo un insecto tan asqueroso puede mezclarse con la soberbia crueldad y la noble salvajura de los lobos. En fin. Eso no sería nada si no nos enteráramos a continuación que tienen una coloración "parduzco-ocrácea". ¡Poetas, tomen nota! ¡Ya tenemos otro color para hablar del otoño! "En este otoño de hojas ocráceas / y lágrimas violáceas / me despido de ti / regalándote una sencilla rosácea" (!).
2 bis) "Las tarántulas ibéricas" merecería algún cielo como diría un amigo y también merecería ser un grupo musical que combinara tarantellas con aires flamencos si es que los músicos pudieran llegar a ponerse de acuerdo y la rama ibérica del conjunto no hiciera relucir las sevillanas al primer nervio, claro.
3) El "exhibicionista de escorpiones" es una de las cosas más bizarras que he leído en mi vida. Imagino a un señor de piloto color beige abriéndolo ante los azorados ojos de las tostadas lolitas sólo para mostrar... ¿escorpiones amaestrados? ¿tatuajes de idem diseminados por su cuerpo? Suponiendo que no fuera así... ¿dónde llevaba los escorpiones? ¿y por qué los exhibía en la playa, donde efectivamente podían escapársele y sembrar el más terrible pánico? (que me pica, que me pica el escorpión cojonudo, podría decir el hit del verano hispalense)
4) La escolopendra (nombrada insistentemente en un poema de Aimé Cesáire, si no recuerdo mal) con sus muchas patas enloqueció de nuevo al pobre redactor, quien se sintió en la obligación de aclararnos, otra vez, cuántos elementos conforman un par. Dos patas por segmento, en efecto. ¡Y cuántas más iban a ser, querido amigo ibérico! Después no se ofendan por los chistes de gallegos, por dió. La "uña curvada denominada forcípula" es una finesse que desconocía. Sospecho en forcípula algo así como "pequeña pinza", si nos remitimos a los fórceps, de donde casi sin duda proviene esta nueva palabra que incorporo a mi acerbo acervo.
5) Ahora el tipo se mete con las medusas, que en este lado del Río de la Plata son mejor conocidas como aguavivas, nombre poético si lo hay, aunque medusa no está mal. ¿Qué habrá querido decir el bueno de Ricardo Sales García (el redactor) con lo de "animales sencillos de vida libre". Primero: ni siquiera los paramecios son "sencillos"; segundo: ¿por qué las medusas tienen "vida libre"? ¿acaso no la tienen todos los demás animales, incluso los que están en cautiverio? ¿A qué se habrá querido referir el buen Ricardo? Luego, decir que el cuerpo de las medusas es como un paraguas es insulto a ambos, pero más a las urticantes aguavivas. Es la misma obvia comparación que sufren los ahora denostados pingüinos australes (si ud. pregunta a qué se parecen, cualquier ser humano más o menos ilustrado dirá que a un smoking). El enriedo etimológico en el que cae luego Sales García es harina de otro costal, pero digamos que "cnidarios" es también una bella palabra que desconocía, junto con "orgánulos".
6) Siguiendo y para terminar con las pobres medusas, la primera frase es casi un poema en sí mismo, de una dimensión ontológica invisible para la mente de los simples o los ñoños. Es un statement existencial, diría yo. Como si dijéramos: "Las moscas no son elefantes", algo de esa dimensión y profundidad. Pero el remate final es imperdible por muchas razones: primera, por equivocarse largamente de adjetivo; quiso decir que "es imposible saber el número estimado de medusas que..." etc. y no que es "imprevisible"; segunda, la absolutamente imprevisible aliteración "va a ver este verano" y tercera, la obviedad rayana en el espanto de la aseveración, ya que hasta el momento y que yo sepa no se ha inventado aún un contador de medusas... aunque quizá no falte tanto.
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