Escher - "Balcón"
Escher - "Espirales"

Escher - "San Pedro"
Escher - "Balcón"
Escher - "Espirales"
Escher - "San Pedro"
por Alberto Rojo
Jakub Gabriel
El Dragón dice (12:46 p.m.):
es una relaciòn prohibida
El Dragón dice (12:46 p.m.):
en algo quedaron
El Dragón dice (12:46 p.m.):
pero algo pasó
El Dragón dice (12:47 p.m.):
él es el que la deja plantada
Drenka Balich dice (12:47 p.m.):
claro
Drenka Balich dice (12:47 p.m.):
eso está fuera de discusión
Drenka Balich dice (12:47 p.m.):
pero se me hace que son chicos
Drenka Balich dice (12:47 p.m.):
no sé por qué
El Dragón dice (12:47 p.m.):
no
El Dragón dice (12:47 p.m.):
treintañeros
Drenka Balich dice (12:47 p.m.):
no parece que hubiera maridos o esposas involucrados
El Dragón dice (12:47 p.m.):
y ella es casada
Drenka Balich dice (12:47 p.m.):
ja ja
El Dragón dice (12:47 p.m.):
las claves
Drenka Balich dice (12:47 p.m.):
para mí no
El Dragón dice (12:47 p.m.):
si
El Dragón dice (12:47 p.m.):
no se identifican
El Dragón dice (12:47 p.m.):
no porque no se conozcan
Drenka Balich dice (12:52 p.m.):
entonces
Drenka Balich dice (12:52 p.m.):
seguí con tu teoría, por favor
Drenka Balich dice (12:52 p.m.):
me interesa mucho
Drenka Balich dice (12:52 p.m.):
jaja
El Dragón dice (12:55 p.m.):
bien
El Dragón dice (12:55 p.m.):
te desarrollo mi guión
El Dragón dice (12:55 p.m.):
es un guión
El Dragón dice (12:55 p.m.):
nada más
El Dragón dice (12:55 p.m.):
sería así
El Dragón dice (12:55 p.m.):
están ambos en la pizzería (Pertutti)
El Dragón dice (12:55 p.m.):
digamos mesa de por medio
El Dragón dice (12:56 p.m.):
hay contacto visual
El Dragón dice (12:56 p.m.):
intenso
El Dragón dice (12:56 p.m.):
ella es una chica joven
El Dragón dice (12:56 p.m.):
metida en un matrimonio
El Dragón dice (12:56 p.m.):
digamos por obligación
El Dragón dice (12:56 p.m.):
posiblemente un embarazo no deseado
El Dragón dice (12:56 p.m.):
de jovencita
El Dragón dice (12:56 p.m.):
él la mira intensamente
El Dragón dice (12:58 p.m.):
bien
El Dragón dice (12:58 p.m.):
ella se levanta para ir al baño
El Dragón dice (12:58 p.m.):
algo de lo más natural
El Dragón dice (12:58 p.m.):
él va también
El Dragón dice (12:58 p.m.):
y cuando sale la aborda
El Dragón dice (12:58 p.m.):
es un breve instante
El Dragón dice (12:59 p.m.):
pero ella le da alguna clave
El Dragón dice (12:59 p.m.):
que no la comprometa
Drenka Balich dice (12:59 p.m.):
ajá
El Dragón dice (12:59 p.m.):
por ejemplo esperame mañana
El Dragón dice (12:59 p.m.):
en la estación del tren
El Dragón dice (12:59 p.m.):
se encuentran
El Dragón dice (12:59 p.m.):
se ven
El Dragón dice (12:59 p.m.):
y pasa algo
El Dragón dice (12:59 p.m.):
pero no hay un medio
El Dragón dice (12:59 p.m.):
en donde él la puede encontrar
El Dragón dice (01:00 p.m.):
ella maneja los tiempos
El Dragón dice (01:00 p.m.):
y no quiere comprometerse
Drenka Balich dice (01:00 p.m.):
ojo
El Dragón dice (01:00 p.m.):
por eso no le da herramientas
Drenka Balich dice (01:00 p.m.):
que ella lo llamó "el martes pasado"
El Dragón dice (01:00 p.m.):
para que la encuentre
El Dragón dice (01:01 p.m.):
quizás lo llamó
El Dragón dice (01:01 p.m.):
a su celular
El Dragón dice (01:01 p.m.):
pero él no tiene el celular de ella
El Dragón dice (01:01 p.m.):
ni el teléfono de la casa
El Dragón dice (01:01 p.m.):
es actitud típica de mujer casada
El Dragón dice (01:01 p.m.):
lo llama desde un pùblico
Drenka Balich dice (01:01 p.m.):
ja ja
El Dragón dice (01:01 p.m.):
no se ria que de esto sé
El Dragón dice (01:01 p.m.):
jaaaaaaaaaaaa
El Dragón dice (01:02 p.m.):
bueh
El Dragón dice (01:02 p.m.):
él se cansa
El Dragón dice (01:02 p.m.):
porque la mina no lo habilita
El Dragón dice (01:02 p.m.):
él está enamorado
El Dragón dice (01:02 p.m.):
pero ella quiere un amante
El Dragón dice (01:02 p.m.):
por eso el despecho de la pintada
El Dragón dice (01:03 p.m.):
pero a la vez
El Dragón dice (01:03 p.m.):
la respeta
El Dragón dice (01:03 p.m.):
porque no la manda al frente
El Dragón dice (01:03 p.m.):
sino que habla en clave
El Dragón dice (01:03 p.m.):
en un lugar que sí o sí ella lo va a ver
Drenka Balich dice (01:03 p.m.):
ah, bien, me gusta esa consideración
El Dragón dice (01:03 p.m.):
es así
El Dragón dice (01:03 p.m.):
el tipo le interesa que ella lo lea
El Dragón dice (01:03 p.m.):
pero no que el marido se entere
El Dragón dice (01:04 p.m.):
que también debe andar por la zona
El Dragón dice (01:04 p.m.):
y eso la pone nerviosa a la chica
El Dragón dice (01:04 p.m.):
la posibilidad de que la pesquen
El Dragón dice (01:04 p.m.):
por eso los encuentros son muy controlados por ella
El Dragón dice (01:04 p.m.):
y el flaco no tiene poder sobre eso
El Dragón dice (01:05 p.m.):
y como está enganchado
El Dragón dice (01:05 p.m.):
patea el tablero
Drenka Balich dice (04:47 p.m.):
para mí
Drenka Balich dice (04:48 p.m.):
se conocieron en pertutti
Drenka Balich dice (04:48 p.m.):
se dieron los celulares
Drenka Balich dice (04:48 p.m.):
ella lo llamó "el martes pasado"
Drenka Balich dice (04:48 p.m.):
él se hizo el idiota
Drenka Balich dice (04:48 p.m.):
después se arrepintió y le escribió eso
Drenka Balich dice (04:48 p.m.):
tal vez gisela le dijo que todos los días tomaba el tren
Drenka Balich dice (04:48 p.m.):
y él supuso que ella lo vería en algún momento, o esa misma noche o día
Drenka Balich dice (04:50 p.m.):
si se pasa con el tren se puede ver la pintada
Drenka Balich dice (04:50 p.m.):
si se va de constitución a la plata, digamos
Drenka Balich dice (04:50 p.m.):
o a temperley
Drenka Balich dice (04:50 p.m.):
pero está a unos cuantos metros
Drenka Balich dice (04:50 p.m.):
en la foto no se ve pero hay un banco delante, por ejemplo
Transcribo el mensaje (o lo que este texto sea):
Cuarenta y cuatro preguntas al amable lector - Michael Ende
Cuaderno de apuntes. Barcelona, Alfaguara, 1996.
“El día es un cisne anclado en la memoria” MARIA EUGENIA CASEIRO
(16/10/04)
La curva del toro - Miguel Ángel Aguilar
Isaac Babel se refería a la dificultad del empeño para explicar "la curva misteriosa que describe la línea recta de Lenin". Como diría Jesulín, esa curva es como un toro, cuya ecuación aparece descrita por H. Brocard en sus Notes de bibliographie des courbes géométriques (Bar-le-Duc, 1897). En resumen, la curva del toro es la que describiría un toro buscando reunirse con el diestro, suponiendo que éste sigue un camino dado, con un movimiento uniforme. Se trata de un caso particular de las curvas o líneas de persecución, así designadas por Bouguer con ocasión del problema de la ruta del barco que quiere interceptar a otro, al que dio solución en la Memoire de l'Academie des Sciences de 1732.
Aceptemos que el arte del toreo incluye muchos de estos momentos de fuga pero brilla sobre todo en las situaciones contrarias, cuando el diestro se atornilla en el ruedo y cita al astado que se arranca en línea recta. Entonces, todo lo aprendido sobre las curvas de persecución queda inservible y cobran su plena vigencia los principios de la tauromaquia de Pepe Hillo, el primero de los cuales es una adaptación del de la impenetrabilidad de la materia: "Que viene el toro, te quitas tú; que no te quitas tú, te quita el toro". Además, para que el lance se verifique con valor artístico añadido, es preciso que el matador intervenga en la venida del toro, que le cite en debida forma, y que le dé salida con el engaño sin necesidad de quitarse o que si en último extremo debe hacerlo proceda de manera irreprochable.
Sabemos que un acuerdo no es tan fértil como un desacuerdo a la hora de estimular el diálogo, pero la lidia no es exactamente un diálogo, aunque requiera alguna colaboración del toro, cuya embestida nadie garantiza y sin la cual se multiplican los méritos pero se hacen imposibles los logros artísticos. En todo caso, convengamos en que la concepción del arte del toreo es una forma de conocimiento basada en el "principio de comunicabilidad de las complejidades inteligibles", a la que se ha referido con acierto Jorge Wagensberg en el libro Proceso al azar. Por eso, es innecesario empapuzar a los japoneses con teoría alguna. Basta con que sentados en el tendido se dejen invadir por la belleza de la ejecución, entren en resonancia con los aficionados y queden arrebatados por emociones que les será imposible explicar en Tokio.
Viviana Varona, "Curvas"